Noruega es propietaria de la cámara de Svalbard, un archipiélago a unos mil kilómetros (620 millas) del Polo Norte. Gastó 9,1 millones de dólares en su construcción, que le tomó alrededor de un año. Cualquier país puede depositar semillas sin cargo alguno y reservarse el derecho a retirarlas si las necesita, con un previo convenio con el Gobierno Noruego. La operación fue financiada por el Fondo Mundial de la Diversidad de Cultivos (Global Crop Diversity Trust) , la Organización de Alimentación y Agricultura de las Naciones Unidas (FAO) y Biodiversidad Internacional.
La moderna Arca-cámara formará parte de una red de cientos de bancos de semillas en el mundo. Tiene la capacidad para almacenar 4,5 millones de muestras de semillas de todo el mundo y protegerlas de desastres. Excavada en el permafrost que cubre la montaña, ha sido construida para sobrellevar un terremoto o incluso varios ataques nucleares.